sábado, 1 de junio de 2013

EL SUELO

La capa superficial de la corteza terrestre forma en algunas zonas del planeta una estructura especial llamada suelo. 
La importancia que tiene el suelo para el ser vivo es enorme pues es el asiento de la vida, es decir, es la base física de la mayor parte de los seres vivos, bien porque viven en él, sobre él, o bien porque obtienen su alimento de la vegetación que se desarrolla sobre el mismo.
Todos los seres vivos y en especial las plantas, de las que todos dependemos, además de agua y gases, necesitan nutrientes, sales minerales, abonos naturales para desarrollarse.En los océanos estas sales están disueltos, en tierra los nutrientes están en el suelo, de donde  las plantas las toman  por la raíces.

                          

Sin un suelo fértil no pueden vivir las plantas ni los animales. 
La materia orgánica está presente en forma de restos vegetales, ramas, hojas, frutos y productos de descomposición, residuos de origen animal: heces, cadaveres, etc. A estos elementos hay que añadir microorganismos como bacterias y protozoos, y también viven otros seres vivos como gusanos, hongos, etc,(descomponedores)





Como hemos visto, el suelo es una mezcla de materiales sólidos, líquidos (agua) y gaseosos (aire). La adecuada relación entre estos componentes determina la capacidad de hacer crecer las plantas y la disponibilidad de suficientes nutrientes para ellas

El suelo se utiliza con muy diversos fines, por ejemplo para uso forestal, agricultura, minería, industria, etc. Es un recurso natural único, pero está sometido a una gran presión antrópica.


        

Los principales usos del suelo son:
- Utilización agrícola (cultivos)
- Mantenimiento de pasto para el ganado.
- Forestal
- Extracción de recursos minerales:  minas, canteras y perforaciones de gas, petróleo y aguas subterráneas.
- Uso industrial, instalaciones para la transformación de materias primas.
- Uso de servicios, para el transporte y las comunicaciones (carreteras, autopistas y vías de ferrocarril).
- Asentamientos humanos, hábitats rural y urbano, edificaciones, instalaciones
- Uso recreativo, cultural, y de protección de la Naturaleza, parques naturales, jardines, reservas, etc.
- Terrenos improductivos naturales, desiertos, torrentes, cumbres, montañas, etc.

El suelo cultivable desaparece como consecuencia del crecimiento de las ciudades y la sobreexplotación.
Se destruye suelo a un ritmo muy superior al que se forma.
El suelo es receptor de impactos  provocados por la actividad humana: la erosión, la contaminación, la sobreexplotación y el empobrecimiento de su fertilidad, la degradación biológica, la compactación y la pérdida irreversible del mismo por recubrimientos artificiales (por ejemplo, el asfaltado).

              

Hay regiones de nuestro planeta que no son desiertos pero que se están convirtiendo en ellos. Estas tierras se están desertizando. Son zonas que están perdiendo la cubierta vegetal, por la erosión del terreno y la falta de agua y la contaminación.
Algunas causas que originan esta desertización son:
- El sobrepastoreo, que supera la capacidad de renovación de los pastos de una zona.
- Malas prácticas en la agricultura, como el abandono de los cultivos, uso de técnicas poco apropiadas, malos sistemas de riego que pueden causar salinización. La siembra continua de la misma especie acelera el deterioro de la tierra, ya que demanda siempre los mismos nutrientes. 
- Incendios y talas masivas.
-Explotación insostenible de los recursos híbricos, como la sobrexplotación y contaminación química de los acuíferos, pesticidas y herbicidas.
- Mala planificación del crecimiento urbano de las ciudades.
- Explosión demográfica o aumento de la población en determinadas zonas del planeta, sobre todo en países en vías de desarrollo que hacen una mala explotación del suelo.
Todo esto son factores humanos que hacen que las tierras puedan convertirse en desiertos.

Cuando un suelo está sobrexplotado se manifiesta con la pérdida de su vegetación, que es la que lo protege. El peor enemigo del suelo es la desforestación.
La degradación del suelo es un problema grave, puesto que, los suelos tardan centenares o miles de años en recuperarse. Este proceso de degradación puede conducir a la aparición de desertización
La deforestación contribuye a la pérdida de suelo, que, sin la presencia de la cubierta vegetal, se degrada rápidamente y desaparece, y sin suelo no crece la vegetación. 
También se contaminan los suelos por la agricultura, ganadería, industria, minería, residuos urbanos… pudiendo llegar los contaminantes a la cadena alimentaria

            


Desertización
La desertización se define como el proceso de degradación ecológica por el cual la tierra productiva pierde parte o todo su potencial de producción, que lleva a la aparición de las condiciones desérticas.
El proceso de desertización resulta de la confluencia de factores climáticos (sequía, precipitaciones esporádicas y torrenciales) con otros debidos a la acción humana (exceso de riego, cultivos en zonas de pendiente, sobrepastoreo, etc.).

Erosión y desertización en España
España sufre alto riesgo de desertización por erosión de sus suelos a causa de prácticas agrícolas y forestales inadecuadas, incendios forestales, obras públicas y actividades mineras. Amenaza a más del 30% del territorio, sobre todo en el sureste peninsular, aunque sus efectos se extienden también hacia el interior.
Este riesgo está favorecido además por características tales como:
- Fuertes pendientes y acusado relieve.
- Clima mediterráneo (precipitaciones irregulares y a veces torrenciales).
- Abundancia de terrenos arcillosos de difícil drenaje.
- Precaria gestión de los recursos hídricos e inadecuada política forestal y agraria.





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