domingo, 2 de junio de 2013

ALTERNATIVAS A LA DEGRADACIÓN AMBIENTAL

Cuando hablamos de sostenibilidad nos referimos al equilibrio que existe entre las especies y los recursos de su entorno. Es decir, hablamos de recursos que tienen ciclos de regeneración por encima de su extracción.
El desarrollo sostenible se basa en la utilización responsable de los recursos respetando el medio ambiente, sin impedir al ser humano alcanzar la calidad de vida deseable desde los puntos de vista social y económico.


                        




El desarrollo sostenible se apoya en las siguientes características:
• Reconoce la importancia de la naturaleza como parte del bienestar humano.
• Busca la manera de que la actividad económica mantenga o mejore el medio ambiente, compatibilizando desarrollo y conservación ambiental.
• Asegura que la actividad económica mejore la calidad de vida de todos, no sólo de unos pocos selectos. En países en vía de desarrollo, en ocasiones es una incongruencia hablar de la protección del medio ambiente cuando las condiciones de vida de la población no permite hacer planteamientos más allá de la propia supervivencia. Un correcto desarrollo medioambiental no sólo debe evitar la degradación del medio sino también paliar estas desigualdades.
Para conseguir estas características es necesario promover los siguientes aspectos:


Energías Renovables.
Recursos naturales renovables son aquellos recursos que tienen ciclos de regeneración por encima de su extracción. Dentro de los recursos renovables se encuentran los llamados inagotables o permanentes, que son aquellos que independientemente de la cantidad de actividades que el hombre realice con ellos, no se agotan. Este es el caso de la luz solar, las olas del mar, el viento, etcétera.
El 80% del consumo energético proviene en la actualidad de la quema de combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural), que producen CO2, causante del efecto invernadero, se agotan rápidamente y son muy caros.
Urge el uso de energías limpias y renovables, como la solar, la geotérmica, la hidráulica, la de biomasa, la eólica...


Formas de energía




Aire limpio.
Ya en el siglo XV ciertos autores ingleses denunciaban el olor nauseabundo de las calles de Londres causados por los gases infernales y subterráneos que desprendía la quema del carbón mineral…Era el olor de la contaminación.
Muchas ciudades de nuestra ciudad no tienen un cielo azul. Una capa de color grisáceo cubre todos los edificios. Decimos que hay contaminación en el aire.
La contaminación del aire ha estado siempre vinculada a una serie de problemas de salud, entre los que se incluyen la tos, las infecciones pulmonares, el cáncer de pulmón, las enfermedades cardíacas y los ataques cardiacos.
Varios expertos de la Sociedad Europea de Enfermedades Respiratorias (ERS) han publicado los  10 principios básicos para conseguir un aire limpio con objeto de orientar a los políticos para que tomen medidas para proteger a los ciudadanos de los riesgos que provoca en la salud una mala calidad del aire
Este es el enlace de los 10 principios para conseguir un aire limpio

                         


Calidad del agua.
La vida es inseparable del agua líquida y aunque el 70% del planeta está cubierto de agua, sólo el 3% es dulce y de ésta, la mayoría es hielo.
La actividad humana está unida al uso masivo del agua dulce en la industria, agricultura y ganadería produciendo además, vertidos residuales que la contaminan, haciéndola perder las condiciones necesarias para los usos que tenía en su estado previo (productos químicos, microorganismos, elevación de temperatura, residuos  orgánicos y ganaderos, abonos, pesticidas, metales pesados -Hg y Pb-, pinturas y disolventes, hidrocarburos….. que le hacen perder al agua su calidad)
En las últimas décadas ha mejorado la tecnología para el tratamiento de los efluentes, pero la situación es extraordinariamente preocupante

Consumo de agua por habitante a nivel mundial
El promedio mundial es de 52 metros cúbicos cada año. Pero hay variaciones enormes en el uso de agua por persona. En Camboya, donde la mayoría de sus habitantes no tiene acceso al agua potable, se utiliza un promedio de 1,8 metros cúbicos por habitante. Los residentes de América del Norte utilizan un promedio anual de 487 metros cúbicos de agua, muchos de los cuales son empleados en regar sus céspedes y llenar sus piscinas.
Observa en el siguiente mapa cómo es el consumo de agua en el mundo (las áreas más "engrosadas" son las que más gastan).






Gestión del agua en España
En nuestro país  los recursos hídricos naturales son insuficientes, con un reparto muy desigual, lo que origina conflictos entre regiones por los usos del agua.
El consumo de agua por persona y día es muy elevado, diferentes fuentes lo sitúan entre 180 y 300 litros diarios por habitante, doblando casi la media mundial.
Es necesaria una buena gestión que mejore las medidas técnicas, como una mayor eficiencia en las desaladoras o el mantenimiento de presas y embalses.
Por otra parte, deben extremarse los cuidados de los acuíferos y los ríos, ya que la contaminación de estos supone un enorme problema añadido.
A nivel institucional se deben fomentar prácticas de ahorro de agua a través de una educación adecuada, e implantar sistemas de tarificación por bloques, gravar el consumo excesivo, y cobrar el agua a su coste real.
En España, la actual política de aguas se basa en la normativa de la Unión Europea y en el Plan Hidrológico Nacional.
La Directiva Marco del Agua es una norma Europea para la creación de un sistema de protección de las aguas que garantice su buen estado y un uso sostenible de los recursos hídricos.
En el medio urbano, las mayores pérdidas de agua se producen por fugas en las conducciones, lo que hace necesario un exhaustivo mantenimiento.





Dentro del hogar, podemos adoptar ciertas prácticas:
- Comprobar la factura para recortar el gasto.
- Revisar y reparar posibles fugas.
- Usar reductores y aireadores de caudal.
- Utilizar sanitarios de bajo consumo.
- Introducir cambios de hábitos de consumo: cerrar el grifo al lavarnos, llenar el lavavajillas y lavadora, no descongelar bajo el grifo.
- En el exterior, escoger plantas adaptadas al clima, regar por goteo, extremar el ahorro en el mantenimiento de la piscina.



Lucha contra la desertificacióna:
¿Sabes la diferencia entre desertización y deforestación? Desertización es proceso por el cual un suelo pierde su capacidad de albergar vegetación. La deforestación se produce cuando un suelo pierde su vegetación, pero no su suelo. Están muy relacionados, es frecuente que la deforestación induzca a la desertización.

                       


El proceso de desertización resulta de la confluencia de factores climáticos (sequía, precipitaciones esporádicas y torrenciales) con otros debidos a la acción humana (exceso de riego, cultivos en zonas de pendiente, sobrepastoreo, etc.).

En nuestro país se da un proceso natural de degradación de suelos debido a factores climáticos bastante intensos; de hecho, la degradación hídrica es la de mayor importancia en España. Pero además, la gestión del territorio ha propiciado la aceleración de esa degradación por despoblación y otros factores de riesgo. Por tanto, podemos afirmar que ambos procesos están degradando los suelos a un ritmo bastante intenso.

Las tres “R”:
Los productos de desecho que se generan en todas nuestras actividades de producción y consumo, se llaman residuos .Los residuos pueden ser materiales sólidos, líquidos o gaseosos, y son descargados al medio ambiente pudiendo producir contaminación, es decir, daños o deterioros al medio ambiente, incluyendo claro está, a las propias personas.
En el proceso de biodegrabilidad algunas sustancias químicas (desechos orgánicos, papel, etc.) pueden ser empleadas como alimento por los microorganismos, que las utilizan para producir energía y crear otras sustancias como aminoácidos, nuevos tejidos y nuevos organismos. La biodegradabilidad de los materiales depende de su estructura física y química, por ejemplo el vidrio no pueden ser biodegradado. Se suele decir que un material no es biodegradable cuando el tiempo necesario para que los organismos lo descompongan es extremadamente largo, o supera la capacidad de los organismos para procesarlo, como pasa con el plástico o el aluminio de las latas.
En la gestión de los residuos debemos procurar seguir la regla de las tres erres:
- Reducir la cantidad de residuos.
- Reutilizar en lugar de usar y tirar.
- Reciclar los desechos, especialmente papel, vidrio y metales (recogida selectiva y el tratamiento de los residuos para su reciclado es costoso y debería pagarlo el que los produce, “El que contamina paga”, pero al final lo pagamos los consumidores con un sobrecoste en nuestras compras.


                   Reciclar es de sabios


Disminuir la exposición a los riesgos naturales:
Lluvias, sequías, vientos, calor, frío,... este tiempo, ¿está loco?
Algunas veces, se producen fenómenos naturales que ocasionan numerosas pérdidas de vidas humanas y grandes costes económicos.
La gestión sostenible de los recursos del planeta supone tener en cuenta las catástrofes que se pueden producir: además, la solidaridad entre los humanos se muestra como la única manera de poder afrontar estos problemas, que son de toda la humanidad.
Se viene observando un aumento de los riesgos climáticos asociados al cambio climático. El aumento de la cantidad de energía en la atmósfera, provoca violentos huracanes, inundaciones, vientos…. cuyos efectos son devastadores debido a las grandes concentraciones de la población en las ciudades (más del 50% de la humanidad vive en ellas) que además, muchas de ellas están situadas en lugares de riesgo como costas bajas o zonas sísmicas ……. 
Los expertos esperan que en cualquier momento ocurra el primer desastre natural que produzca un millón de muertos en una de estas megaciudades: 
1. Terremotos y maremotos
2. Vientos devastadores, Huracanes, Tornados y monzones
3. Erupciones volcánicas
4. Sequías e inundaciones
5. Impactos astronómicos







¿Qué medidas podemos adoptar nosotros?

Por ejemplo, para reducir la contaminación urbana podemos compartir el coche, usar los medios de transporte públicos, ir en bicicleta o caminar.
Sabemos que los combustibles fósiles no durarán eternamente y además contribuyen al calentamiento global del planeta, por eso es importante el uso de energías renovables: por ejemplo, en las viviendas usar paneles fotovoltaicos solares.
En nuestra mano está ahorrar energía apagando las luces y los electrodomésticos, sustituyendo las bombillas de nuestra casa por otras de bajo consumo y utilizando electrodomésticos eficientes, AAA.
En cuanto a nuestras casas, sería bueno que estuvieran bien aisladas, de esta manera reduciríamos el gasto en calefacción y aire acondicionado. ¡Entre el 5 y el 10% del calor se escapa por las rendijas!
Para reducir el consumo de agua debemos usar la lavadora y el lavavajillas a plena carga, cerrar bien los grifos evitando que goteen y procurar tenerlos abiertos sólo el tiempo que realmente lo necesitemos. En jardines debemos reducir el tiempo de riego y utilizar sistemas de goteo.
En el campo, utilizar métodos agrícolas que eviten la desertización y la pérdida de suelo fértil.
Podemos usar papel reciclado, no comprar objetos hechos de maderas tropicales, como la caoba, reciclar las botellas, las latas, y el papel, evitar el uso de bolsas de plástico. Siempre podemos llevar nuestra propia bolsa para realizar la compra.
Controlar el uso de productos químicos, de aerosoles que contengan CFC y de fertilizantes, respetar los espacios protegidos, no hacer fuego, no tirar colillas, etcétera. No introducir especies invasoras en nuestros ecosistemas también ayuda a mantener nuestro medio ambiente.
Por último, educar a los niños, en casa y en la escuela, integrando los principios, valores y prácticas del desarrollo sostenible en todas las facetas del proceso de enseñanza aprendizaje.

                                                

El oceanógrafo Jacques Cousteau publicó en 1979 un documento que llamó "Carta de Derechos para las Generaciones Futuras". En ella se llamaba la atención sobre el deterioro de nuestro planeta. El primer artículo de esta carta dice:
"Las generaciones futuras tienen el derecho a una Tierra sin contaminación ni destrucción para su disfrute como el escenario de la historia de la humanidad, de su cultura y de los lazos sociales que hacen a cada generación e individuo, miembro de la familia humana."
  
                             



 Carta de derechos para generaciones futuras                           



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