miércoles, 6 de febrero de 2013

ALZHEIMER




Nombres alternativos: Demencia senil de tipo Alzheimer (DSTA); Enfermedad de Alzheimer

La demencia es una pérdida de la función cerebral que se presenta con ciertas enfermedades. El mal de Alzheimer es una forma de demencia que gradualmente empeora con el tiempo y afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento.

Causas de la enfermedad:
Se es más propenso a padecer el mal de Alzheimer si:
- se es mayor. Sin embargo, sufrir esta enfermedad no es parte del envejecimiento normal.
- se tiene un pariente consanguíneo cercano, como un hermano, hermana o padre con la enfermedad.
- se tienen ciertos genes ligados al mal de Alzheimer como el alelo APOE epsilon4.


Existen dos tipos de mal de Alzheimer: 
-  de aparición temprana, los síntomas aparecen primero antes de los 60 años y es mucho menos común
 - de aparición tardía; tiende a empeorar rápidamente.
 La enfermedad de aparición temprana puede ser hereditaria y ya se han identificado varios genes.
El mal de Alzheimer de aparición tardía, la forma más común de la enfermedad, se presenta en personas de 60 años en adelante. Puede ser hereditario, pero el papel de los genes es menos claro
Los síntomas de demencia abarcan dificultad con muchas áreas de la función mental, entre ellas:
- El comportamiento emocional o la personalidad
- El lenguaje
- La memoria
- La percepción
- El pensamiento y el juicio (habilidades cognitivas)
- La demencia aparece primero generalmente como olvido.

El deterioro cognitivo leve (DCL) es la fase entre el olvido normal debido al envejecimiento y el desarrollo del mal de Alzheimer. Las personas con deterioro cognitivo leve tienen ligeros problemas con el pensamiento y la memoria que no interfieren con las actividades cotidianas y, con frecuencia, son conscientes del olvido. No todas las personas con deterioro cognitivo leve progresan a mal de Alzheimer.
Los síntomas del deterioro cognitivo leve abarcan:
- Dificultad para realizar más de una tarea a la vez
- Dificultad para resolver problemas
- Olvidar hechos o conversaciones recientes
- Tardar más tiempo para llevar a cabo actividades más difíciles

Los síntomas tempranos del mal de Alzheimer pueden abarcar:
- Dificultad para realizar tareas que exigen pensar un poco, pero que solían ser fáciles
- Perderse en rutas familiares
- Problemas del lenguaje, como tener dificultad para encontrar el nombre de objetos familiares
- Perder interés en cosas que previamente disfrutaba, estado anímico indiferente
- Extraviar artículos
- Cambios de personalidad y pérdida de habilidades sociales

A medida que el mal de Alzheimer empeora, los síntomas son más obvios e interfieren con la capacidad para cuidar de sí mismo:
- Cambio en los patrones de sueño, despertarse con frecuencia por la noche
- Tener delirios, depresión, agitación
- Dificultad para realizar tareas básicas, como preparar las comidas, escoger la ropa apropiada o conducir
- Dificultad para leer o escribir
- Olvidar detalles acerca de hechos cotidianos
- Olvidar hechos de la historia de su propia vida, perder la noción de quién es
- Alucinaciones, discusiones, comportamiento violento y dar golpes
- Deficiente capacidad de discernimiento y pérdida de la capacidad para reconocer el peligro
- Uso de palabras erróneas, no pronunciar las palabras correctamente, hablar con frases confusas
- Retraerse del contacto social

Las personas con mal de Alzheimer avanzado ya no pueden:
- Entender el lenguaje
- Reconocer a los miembros de la familia
- Llevar a cabo actividades básicas de la vida diaria, como comer, vestirse y bañarse

Otros síntomas que pueden presentarse con el mal de Alzheimer:
- Incontinencia
- Problemas para deglutir

Tratamiento
No existe cura para la enfermedad de Alzheimer.
Los objetivos del tratamiento son:
Disminuir el progreso de la enfermedad

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO: Donepezil (Aricept), rivastigmina (Exelon) y galantamina (Razadyne, antiguamente llamado Reminyl). Los efectos secundarios abarcan malestar estomacal, diarrea, vómitos, calambres musculares y fatiga.
La memantina (Namenda). Los posibles efectos secundarios abarcan agitación o ansiedad.
Se pueden requerir otros medicamentos para controlar comportamientos agresivos, agitados o peligrosos. Algunos ejemplos son el haloperidol, la risperidona y la quetiapina. Generalmente, se administran en dosis muy bajas, debido al riesgo de efectos secundarios que incluyen un mayor riesgo de muerte.


La rapidez con la cual empeora esta enfermedad es diferente para cada persona. Si el mal de Alzheimer se presenta súbitamente, es más probable que empeore con rapidez.
Los pacientes con mal de Alzheimer con frecuencia mueren antes de lo normal, aunque un paciente puede vivir entre 3 y 20 años después del diagnóstico.
La última fase de la enfermedad puede durar desde unos meses hasta varios años. Durante ese tiempo, el paciente se torna totalmente inválido. La muerte por lo regular ocurre por una infección o una insuficiencia orgánica.


Prevención
Aunque no existe una forma comprobada de prevenir el mal de Alzheimer, existen algunas prácticas que vale la pena incorporar en la rutina diaria:
- Consumir una dieta baja en grasa.
- Consumir pescado de agua fría (como atún, salmón y caballa) rico en ácidos grasos omega-3, al menos dos a tres veces a la semana.
- Reducir la ingesta de ácido linoleico que se encuentra en las margarinas, la mantequilla y los productos lácteos.
- Incrementar los antioxidantes, como los carotenoides, la vitamina E y la vitamina C, consumiendo muchas frutas y verduras de color oscuro.
- Mantener una presión arterial normal.
- Permanecer activo mental y socialmente durante toda la vida.
- Además, se están haciendo las primeras pruebas de una vacuna contra el mal de Alzheimer.



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