Para que se produzca un nuevo ser, es necesario que el óvulo y el espermatozoide se junten y fusionen, a este proceso se le denomina fecundación.
En la especie humana la fecundación es interna, es decir, se produce dentro del cuerpo de la mujer, concretamente en las Trompas de Falopio.
Si no hay ningún obstáculo (algún método anticonceptivo), el semen pasará por la vagina, atravesará el útero y llegará a las Trompas de Falopio.
De los cientos de miles de espermatozoides, solamente unos pocos llegarán hasta el óvulo, y solamente uno podrá atravesar la membrana plasmática del óvulo. Todos los demás espermatozoides son destruidos en el viaje. La razón de producirse millones de espermatozoides es para garantizar que, al menos uno, pueda alcanzar el óvulo.
El óvulo fecundado es una nueva célula que vuelve a tener 46 cromosomas, ya que tendrá los 23 cromosomas del óvulo más los 23 del espermatozoide, y se denomina Cigoto.
El cigoto comenzará un viaje hasta implantarse en el útero.
Durante este viaje comienza a dividirse, y empieza a desarrollarse como embrión. A partir de las 16 células se empieza a hablar de mórula, ya que su aspecto recuerda a una mora.
Algunas células continúan dividiéndose y desplazándose y pasan a un estado que se denomina blastocito.
El blastocito llega al útero y se produce la implantación o nidación
En el esquema se resume el viaje del embrión hasta el útero, que dura aproximadamente una semana:
Cuando el blastocito se implanta en el endometrio uterino, se desarrolla el saco amniótico que albergará al embrión. El saco amniótico está lleno de líquido amniótico. Entre el útero y el embrión se desarrollará la placenta que permitirá alimentar al embrión y retirar y eliminar los productos de desecho, también actuará como barrera defensiva.
La comunicación entre la placenta y el embrión se realiza a través del cordón umbilical.
CÉLULAS MADRE
Las células madre son células con el potencial de convertirse en muchos tipos distintos de células en el organismo. Funcionan como un sistema reparador del cuerpo.
Existen dos tipos principales de células madre: células madre embrionarias y células madre adultas.
Las primeras provienen de las etapas tempranas del embrión en desarrollo, y tienen la valiosa capacidad de producir absolutamente todos los tipos de célula que conformarán al cuerpo adulto completamente desarrollado. Las células madre adultas derivan de las embrionarias y cumplen funciones específicas del órgano que conforman ( las células de la médula ósea, del cordón umbilical y del hígado pueden producir cualquier componente de la sangre y del sistema inmunitario).
Los médicos y los científicos están entusiasmados con las células madre, porque tienen mucho potencial en muchas áreas de la salud y la investigación médica. El estudio de estas células puede ayudar a explicar cómo se producen los defectos congénitos y el cáncer. Algún día, las células madre podrán utilizarse para producir células y tejidos para el tratamiento de muchas enfermedades: la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, los traumatismos en la médula espinal, las enfermedades cardíacas, la diabetes, la artritis...
Existen tres tipos de células madre:
1.- Célula madre totipotente: Puede crecer y formar un organismo completo, tanto los componentes embrionarios como los extraembrionarios (placenta).
Cualquier célula totipotente colocada en el útero de una mujer tiene la capacidad de originar un feto y un nuevo individuo.
2.- Célula madre pluripotente: Capaces de producir las mayor parte de los tejidos de un organismo. Aunque pueden producir cualquier tipo de célula del organismo, no pueden generar un embrión.
3.- Las células madre multipotentes: Son aquellas que sólo pueden generar células de un órgano concreto en el embrión y también en el adulto.
Un ejemplo de este tipo de células son las contenidas en la médula ósea, las cuales son capaces de generar todos los tipos celulares de la sangre y del sistema inmune.
A medida que el nuevo ser se desarrolla, va perdiendo el potencial de sus células madre. Durante los dos primeros días tras la fecundación, aún son totipotente, hasta los cuatro o cinco días, pluripotentes, y a partir de ahí, son multipotentes. Los dos primeros tipos son células madre embrionarias.
CLONACIÓN: FOTOCOPIAS GENÉTICAS
La clonación es el proceso por el que se consiguen, de forma asexual, copias idénticas de un organismo, célula o molécula ya desarrollado.
Se crean de forma asexual porque la reproducción sexual no permite obtener copias idénticas, ya que este tipo de reproducción por su naturaleza genera diversidad.
También puede suceder de forma natural: en organismos unicelulares, en reproducción por esquejes de plantas, en animales y humanos en el caso de gemelos univitelinos, organismos genéticamente idénticos.
En el año 1997, nació la oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta, concebida en un laboratorio.
Su creador, Ian Wilmut, extrajo el núcleo de un óvulo de una oveja, en el que se encuentra toda la información genética, e implantó en su lugar el núcleo de una célula mamaria de otra oveja adulta.
La oveja resultante, Dollly, era genéticamente idéntica a la oveja adulta de la que se había obtenido el núcleo celular con su ADN.
La técnica mediante la que se crea un ser clónico se llama transferencia nuclear.
En 2001, se aplicó a 41 óvulos una transferencia nuclear; sólo 1 de ellos comenzó a desarrollarse, pero el proceso se paró intencionadamente por parte de los científicos.
La clonación terapéutica está legalizada actualmente, puesto que tiene fines médicos, el tratamiento de enfermedades.
Este tipo de clonación consiste en fusionar el núcleo de una célula adulta (madre o diferenciada) y un óvulo enucleado para crear un embrión a partir del cual se aislan células madre embrionarias compatibles con el futuro receptor del tejido.
La clonación terapéutica ofrece grandes posibilidades, aún en investigación, para aplicarse en sustitución a los trasplantes u otras terapias poco efectivas contra enfermedades graves, como infartos, diabetes, Alzheimer, leucemia... La obtención de células embrionarias de un individuo, para utilizarlas en beneficio de su propia salud, supone una posibilidad de curación.
El objetivo de la investigación de la clonación humana nunca ha sido el de clonar personas o crear bebés de reserva, tiene como objetivo obtener células madre para curar enfermedades.
La clonación de especies extintas es un sueño para muchos científicos.
Uno de los objetivos es la clonación del mamut, pero los intentos de extraer ADN de mamuts congelados no han tenido éxito.
En 2001, una vaca dio a luz a un gaur ( un bisonte indio) clonado de Asia, una especie en peligro, pero el ternero murió a los dos días.
En 2003, un banteng (un tipo de toro) fue clonado con éxito, además también fueron clonadas con éxito tres animales salvajes de África a partir de embriones congelados.
Éstos éxitos han dado esperanzas sobre la posibilidad de que otras especies extintas puedan ser clonadas.
Se extraen muestras de ADN de la mayoría de últimos ejemplares de su especie.
Los investigadores también están considerando la clonación de especies en peligro de extinción como el panda gigante, el ocelote, y el guepardo.
En 2002, genetistas anunciaron que habían replicado el ADN del Tigre de Tasmania, extinto hace 65 años. Sin embargo en el año 2005, tuvieron que parar el proyecto ya que las células no se habían conservado bien. Uno de los obstáculos en el intento de clonar especies extintas es la necesidad de mantener el ADN en perfecto estado, muy bien conservado.
La reproducción sexual no permite obtener copias idénticas porque la mitad de la información genética la aporta el padre y la otra mitad la madre.
ResponderEliminarLos gemelos univitelinos proviene de un único cigoto que se ha dividido en dos. Por eso comparten toda su información genética.