sábado, 27 de octubre de 2012

LA TIERRA, NUESTRA TIERRA

Fotografía de la Tierra vista desde el espacio









Dicen por ahí que desde el espacio la Tierra parece una enorme canica  verde-azul; al contemplarla sólo se puede decir lo mismo que dijo un astronauta del Discovery, Ronald Garan: "¡Qué hermosa!"
Pensamos que la Tierra siempre ha tenido ese aspecto, pero ha pasado por muchos momentos, y en sus orígenes era una bola de fuego.
Quizás sea interesante recordar las palabras del poeta J. Rousell Lowell: "Los humanos no saben lo que poseen en la Tierra. Será porque la mayoría no ha tenido ocasión de abandonarla y regresar después a ella"

La importancia de la Tierra es que es "nuestra casa": es el único planeta conocido hasta el momento donde se han dado condiciones aptas para que se desarrolle la vida.


Dicen que hace 4.500 millones de años el Sistema Solar era como una nube densa de gas y polvo: parte de esa nebulosa se contrajo por Acreción gravitatoria para formar el Sol, y otras partes formaron grumos de rocas y hielo que se unieron para formar los planetas.

Dicen que la Tierra era por entonces una gran roca semifundida; su superficie estaba cubierta de cráteres y crecía en tamaño a medida que su fuerza gravitatoria atraía a más meteoritos y planetoides.
Debido a la radiactividad de las rocas que formaban la Tierra y a la energía que aportaban los meteoritos que impactaban contra ella, las capas externas del recién formado planeta se fundieron y su superficie era como un mar de lava.





Los gases provenientes del vulcanismo comenzaron a formar la atmósfera primitiva, que era  altamente energética. Entre esos gases había H2 (hidrógeno), CH4 (metano), SH2 (sulfuro de hidrógeno), NH3 (amoniaco), vapor de H2O...


Dicen que al descomponerse los elementos radiactivos que generaban calor, La Tierra comenzó a enfriarse; y el vapor de H2O de la atmósfera empezó a condensarse y a precipitarse sobre la superficie de la Tierra en forma de lluvia.

Dicen que los primeros monómeros  aparecieron por las descargas eléctricas producidas en la atmósfera primitiva (Miller realizó un experimento para comprobar esta teoría)


  

Cuando empezó a llover de forma torrencial, las lluvias arrastraron de la atmósfera estas moléculas hacia los océanos primitivos, que estaban muy calientes; los monómeros siguieron reaccionando entre sí, dando lugar a otras nuevas moléculas, cada vez más complejas. Este proceso continuó hasta que apareció una molécula que fue recubierta de una membrana lipídica, y que separó el exterior del interior de la molécula y que dio lugar a otra que contenía una sustancia parecida a un ácido nucleico.

Las moléculas que tenían el ácido nucleico empezaron a mantenerse en el medio y a intercambiar materia y energía (metabolismo), dando lugar a las primitivas células, que eran autónomas e independientes.
Estas primitivas células son los primeros seres vivos del planetas.





No hay comentarios:

Publicar un comentario